El mes de Ramadán es el más sagrado y mágico del año para los musulmanes de todo el mundo. Es tiempo para la reflexión, pasar tiempo con la familia y los seres queridos. Un momento clave dentro de la tradición árabe cuya fecha no es aleatoria, sino que coincide con el noveno mes del calendario lunar islámico.
Popularmente se dice que el origen de esta celebración coincide con el momento en el que se revelaron los primeros versículos del Corán al Profeta Muhammad. Se trata de un momento para que las familias y los amigos se reúnan, dejando los negocios en un segundo plano. La costumbre es invitar a los miembros de la comunidad a compartir una comida después de la puesta del sol.
Una vez entrada la noche, la ciudad de Dubái recupera su bullicio característico y se respira un ambiente festivo. Los grandes centros comerciales abren durante la noche y abarcan un sinfín de actividades de entretenimiento, desde compras nocturnas, eventos artísticos y culturales a torneos deportivos. La oferta de ocio durante el mes del Ramadán culmina el 4 de junio con la fiesta de Eid Al Fitr, que marca el final del Mes Santo.
Ayuno para festejar y comidas para recordar
El pilar del Ramadán es el ayuno, que comienza después de una comida antes del amanecer, el Suhoor, y concluye con la comida Iftar, una vez se pone el sol. Estas comidas son el momento del día más esperado y se disfrutan con amigos y familiares.
No obstante, la gastronomía de Dubái es internacional, igual que su población. En la ciudad emiratí las experiencias gastronómicas despiertan todos los sentidos gracias a sus aromas, colores, sabores, shows… Los restaurantes de Dubái garantizan experiencias memorables.
Así mismo, la comida típica emiratí queda representada por numerosas variedades de pan, mezcla de deliciosas salsas y ensaladas. Los platos tradicionales son Al Machboos -hecho con arroz y carne de pollo o pescado aromatizado con canela, cardamomo y clavo- y el Fraeeth -carne y verduras servido con finas rebanadas de pan-. Las tradiciones árabes y la cultura sagrada en Dubái.
Sumérgete en las costumbres y tradiciones
Para descubrir y conocer los valores del Ramadán, sus beneficios espirituales y sociales, así como infundir humildad, paciencia y espiritualidad durante el Mes Santo y de su cultura en general, se invita a los viajeros a participar activamente en las tradiciones locales. El patrimonio y cultura de Dubái se conoce por ser una sociedad tolerante, multicultural y hospitalaria; pilares de la cultura islámica que los dubaitíes practican y se ponen de manifiesto durante el mes del Ramadán. Durante todo el año, la mística Arabia está presente en la ciudad: la llamada del Imán a la oración flota en el aire, una arquitectura caracterizada por las cúpulas y las majestuosas mezquitas, aromas de especias. Una curiosa mezcla entre el patrimonio local con influencias internacionales.
Descubre y participa en la tradición del Ramadán
Todos los viajeros son bienvenidos a visitar la ciudad durante el Ramadán, y se les anima a que aprendan más sobre el significado y las costumbres locales.
Una forma de conocer las tradiciones del Ramadán en profundidad es visitar el Centro Sheikh Mohammed para el Entendimiento Cultural (SMCCU), ubicado en el histórico distrito de Al Fahidi. Un espacio creado para enseñar a los turistas y expatriados la cultura emiratí y, su mantra «Open Doors, Open Minds» (Puertas abiertas, mentes abiertas), lo pone de manifiesto. La impresionante Mezquita de Jumeirah acoge también a aquellos que no practican la religión musulmana, invitándolos a realizar un recorrido especial por la bella estructura de piedra blanca y a aprender sobre sus rituales, tradiciones, gastronomía y costumbres, así como a degustar café y tradicionales dátiles árabes.
Más sobre la cultura de Dubái
Las tradiciones en la ciudad de los Emiratos Árabes Unidos van más allá y engloban también la fauna y flora de la región. Un ejemplo de ello son los majestuosos halcones, que a su vez son símbolo de los EAU y un punto a destacar cuando se habla de la cultura dubaití. Se trata de un deporte local que demuestra la habilidad de las aves y de sus criadores. También los camellos forman parte de la historia de Dubái: se les llama ‘los barcos del desierto’, puesto que, en la antigüedad llevaban a los beduinos de un lugar a otro.
Otro punto para destacar es la tradición costera de la ciudad. En sus inicios Dubái se dedicaba al comercio de las perlas procedentes de las cálidas aguas del Golfo Arábigo. Los buzos buscaban las ostras en el fondo del mar, quienes durante meses viajaban a bordo de las icónicas dhows de madera.