Cinco incubadoras y varias jaulas forman parte de los equipos del laboratorio adecuado en la Fundación Charles Darwin con un área de cuarentena para evitar el contagio de viruela y otras enfermedades. En ese lugar los científicos del Zoológico de San Diego y la FCD controlan el peso y humedad de los huevos, la alimentación de los polluelos 15 veces al día y mantienen grabaciones de sonidos de pinzones adultos para que se habitúen a sus colonias. Dos polluelos traídos en la primera extracción se encuentran estables, mientras que el primer polluelo incubado salió del cascarón el 10 de febrero. El sitio cuenta ya con ocho pichones nacidos.
Francesca Cunninghame, científica a cargo del proyecto por parte de la FCD, manifestó que “luego de tres años de planificación, a pesar de los muchos desafíos, estamos muy contentos de los logros obtenidos en la recolección de los huevos y la crianza en cautiverio inicial. Cada éxito es el resultado del gran trabajo en equipo con SDZ y la DPNG, y representa un paso sumamente importante para la recuperación de la población silvestre del pinzón de manglar.”
Segunda fase
Una vez que los pichones alcancen un estado de volantones se desarrollará la siguiente fase del proyecto, que consiste en la repatriación de los individuos, de un total de 10 nidos, los cuales serán colocados en un área de adaptación, construida en Playa Tortuga Negra, para que se familiaricen con su hábitat natural hasta evaluar el momento adecuado para su liberación, proceso que será controlado hasta que se alimenten de forma independiente, pero pueden volver al aviario.
Las aves también serán monitoreadas, tras la liberación para ellos los técnicos colocarán anillos de identificación además de dispositivos de rastreo por radiotelemetría, que facilitarán el seguimiento de los individuos.
Los trabajos de monitoreo de la especie iniciaron en el año 2006, para conocer la situación de la población de pinzones de manglar, que ha tenido una baja reproducción natural debido a las amenazas actuales de ratas predadoras, parasitismo de P. downsi y factores limitantes producto del tamaño reducido de la población.
Entre las medidas de manejo aplicadas por la DPNG y la FCD en el año 2009, se realizó una translocación de 9 individuos adultos hacia Bahía Urbina, sitio con las mismas características, también en la isla Isabela, para tratar de que se establezcan allí, pero sin la presencia de los depredadores mencionados. Sin embargo, después de seis meses abandonaron el lugar y retornaron a Playa Tortuga Negra.
Por su parte, Richard Switzer, Director asociado del Instituto de Ecología Animal Aplicada del Zoológico de San Diego, mencionó que “el equipo del Zoológico de San Diego está muy emocionado de trabajar en un proyecto importante para prevenir la extinción del pinzón de manglar. En nuestros centros de crianza en San Diego y Hawaii, Estados Unidos, hemos desarrollado técnicas para criar aves insectívoras muy pequeñas. Esta es una gran oportunidad para compartir estas capacidades para la conservación de Galápagos”