Galápagos, considerado el laboratorio viviente más grande de la historia y de la evolución natural, sigue sorprendiéndonos cada día. En esta ocasión un grupo de investigadores nacionales e internacionales lograron determinar que el archipiélago cuenta con una especie más de tortuga gigante, que no había sido identificada hasta ahora.
Históricamente se había considerado que las dos poblaciones de tortugas gigantes que habitan en la isla Santa Cruz, pertenecían a la misma especie. Pero nuevos estudios genéticos determinaron otra realidad. La investigación realizada, liderada por la Dra. Gisella Caccone, de la universidad de Yale (Estados Unidos), permitió confirmar que las tortugas que habitan en el lado oriental de la isla Santa Cruz, en torno al área conocida como “Cerro Fatal”, corresponden a una nueva especie, diferente a las que habitan en la parte occidental en la zona conocida como “La Reserva” que corresponden a la especie Chelonoidis porteri.
Luego de todos los estudios que ayudaron a describir la nueva especie, el siguiente paso era poder darle un nombre que la distinga de las otras tortugas de la isla. Y la decisión adoptada por los científicos fue unánime, esta especie será designada y conocida como la Chelonoidis donfaustoi, en honor a Don Fausto Llerena, el histórico custodio del solitario George.
Los científicos comentaron además, que tomaron esta decisión ya que fue Fausto Llerena, quien desde 1971 hasta 2014, dedicó más de 40 años de trabajo en pro de la conservación y restauración de las poblaciones de tortugas gigantes de Galápagos, como responsable del centro de reproducción y crianza en cautiverio de tortugas de la Dirección del Parque Nacional Galápagos en la isla Santa Cruz, el cual lleva su nombre.
Gisella Caccone sostiene que “la identificación de esta nueva especie aumentará los esfuerzos para proteger y restaurar la población de tortugas de la parte oriental de la isla Santa Cruz». Por su parte, el científico ecuatoriano Washington Tapia, explicó que el tamaño de la población tradicional de tortugas que habitan el lado occidental de la isla se estima en varios miles de individuos, mientras que la nueva especie solo cuenta con unos pocos cientos de ejemplares.
Las investigaciones en torno a esta nueva especie continúan, para determinar datos exactos de su distribución, zonas de anidación y amenazas potenciales. Al tratarse de una nueva especie es necesario ampliar los estudios para establecer cuál es su real estado poblacional y conocer qué medidas de manejo se requieren para garantizar su conservación», dijo Alejandra Ordóñez, Directora del Parque Nacional Galápagos.
La Ministra de Ambiente del Ecuador, Lorena Tapia, celebró el descubrimiento. “Con esta buena noticia, reafirmamos el compromiso que tiene el Estado ecuatoriano con el cuidado de las especies y nos motiva a redoblar esfuerzos por conseguir que Galápagos se mantenga como el archipiélago volcánico mejor conservado del planeta”.
Este descubrimiento implica la existencia de 15 especies de tortugas gigantes en el archipiélago, cada una con características genotípicas y fenotípicas diferentes, de las cuales cuatro están extintas.
Las especies sobrevivientes están sometidas a intensos esfuerzos ejecutados por la Dirección del Parque Nacional Galápagos, con el apoyo de científicos colaboradores, para garantizar su conservación, entre ellos el exitoso programa de reproducción y crianza en cautiverio de las tortugas gigantes, que tiene ya más de cuatro décadas.