El volumen de ingresos del sector turístico brasileño cayó un 16,7% solo en la primera mitad de marzo, en comparación con el mismo período del año pasado, lo que representa una pérdida equivalente a R$ 2.200 millones, unos 448 millones de dólares. Autoridades temen despidos masivos inmediatos.
La estimación de la CNC (Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo), publicada el pasado jueves (19) en Río de Janeiro. El gobierno federal está pidiendo al Congreso que flexibilice temporalmente la legislación laboral para las empresas de turismo afectadas, garantizando el pago inmediato de compensaciones a los empleados despedidos.
«Sin estas medidas por lo menos 380 mil personas podrían perder sus empleos inmediatamente», dijo el ministro de Turismo, Marcelo Alvaro Antonio, en un comunicado posteado en YouTube, donde también explicó las facilidades para financiación a empresas medianas y pequeñas del sector que sufran los embates de la crisis.
El pasado miércoles ocho entidades turísticas locales pidieron al gobierno de Jair Bolsonaro un auxilio financiero inmediato para cubrir gastos de personal, ya que se enfrentan a la posibilidad de cierre ante la crisis global que atraviesa el sector por la pandemia del Coronavirus.
Los sectores hoteleros, de parques y de entretenimiento se encuentran en estado de emergencia, aseguran, ante la cancelación de entre 75 y 100 por ciento de las reservas para los próximos meses. En una carta abierta enviada al gobierno, ocho entidades solicitaron ayuda financiera para pagar los salarios de un sector que emplea a 400 mil personas de forma directa, y genera un total de un millón de empleos indirectos.
El pedido, aseguran los empresarios, busca garantizar la continuidad de los empleos y de ingresos que totalizan unos 31.300 millones de reales, cerca de 6.500 millones de dólares.
«Enfatizamos que no se trata sólo de pérdidas puntuales e inmediatas, sino más bien la desarticulación y la quiebra de la cadena turística nacional, lo cual puede generar consecuencias permanentes para la economía del país», dice el comunicado firmado por entidades como Resorts Brasil (Asociación Brasileña de Resorts); Asociación Brasileña de la Industria Hotelera (ABIH); Foro de Operadores de Hoteles en Brasil (FOHB); Federación Brasileña de Alojamiento y Alimentación (FBHA); Asociación Brasileña de Viajes de Lujo (BLTA); Sistema Integrado de Parques y Atracciones Turísticas (SINDEPAT); Asociación de empresas de parques de atracciones en Brasil (ADIBRA) y la Unión Nacional de CVBx y Entidades de Destino (UNEDESTINOS) »
El turismo es una actividad crucial para la economía de Brasil, que genera cerca de 8% del PBI nacional y responde por siete millones de empleos a nivel nacional, según cifras oficiales. La CNC, tomando como referencia las tasas de crecimiento del virus en China, prevé que el pico de la crisis en Brasil será en la segunda quincena de abril.
«El gobierno brasileño está analizando y ejecutando medidas de ayuda destinadas a los sectores que resultarán más afectados por la pandemia, ya que el turismo es uno de los motores de la economía de Brasil; también estamos tomando medidas preventivas y educativas para evitar el menor contagio posible: saldremos de esta crisis como un ejemplo para el mundo», dijo Gilson Machado Neto, director-presidente de Embratur, la agencia de promoción del turismo internacional de Brasil.
En los últimos días, aerolíneas como Gol, Latam, American y Norwegian, entre otras, suspendieron sus vuelos a Brasil. Los gobiernos de Río de Janeiro, Sao Paulo y Brasilia emitieron normativas para limitar la circulación de personas en el espacio público, y se cerraron monumentos icónicos del país como el Cristo Redentor y el Pão de Açucar.