Son muchos los viajeros que cada verano eligen Tailandia como destino para sus vacaciones, por ser uno de los países más amables del sudeste asiático, de hecho recibe el nombre del “país de la sonrisa” gracias a la simpatía de su población local.
Si es vuestro destino elegido, debéis comenzar por su capital, Bangkok, una gran ciudad con una ferviente actividad en la que podremos encontrar entretenimiento en cada barrio que visitemos. Es recomendable visitar el Parque Lumphini al atardecer o dar un paseo en barco por el río Chao Praya y sin duda, la visita por excelencia es recorrer el Palacio Real y sus extraordinarios jardines.
Ayutthaya emplazada en la confluencia de tres importantes ríos, el Chao Phraya, Lopburi y el Pa Sak es otra de las ciudades a visitar en este bello país. Pasearemos por el Parque Histórico a través de los 15 kilómetros cuadrados que conforman el parque sobre el que destacan los siguientes templos: Yai Chaimongkol, Mahathat y Phanan.
Una parada que no debe faltar en el itinerario, es Sukhotai, la ciudad que fue capital del imperio: Reino de Sukhotai en 1230 d.C. y en la que visitaremos el Parque Histórico de la ciudad o el complejo arquitectónico ubicado en el Parque Natural de Sri Satchanalai, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991.
Conocida como la capital del norte, Chiang Mai sorprende por su belleza y su abundante vegetación, la cual que podremos recorrer a lomos de un elefante tras asistir a un espectáculo sorprendente. En esta localidad, también podremos visitar el templo Doi Suthep que llama la atención por su singularidad y su arquitectura, pero sin duda, lo que nos asombrará serán las fabulosas vistas.
Chiang Rai, da paso al famoso “Triángulo de Oro” en el que convergen las fronteras de Tailandia, Laos y Myanmar. Subidos a una lancha surcaremos las aguas del río Kok para visitar a las tribus ribereñas, haciendo una parada en Bo Sang, en el que se pueden ver bonitas artesanías elaboradas en algodón, seda y madera.
Del norte saltamos al sur del país, para relajarnos en las aguas cristalinas de sus islas como Phuket, Krabi, o si preferimos descubrir el fondo marino de Tailandia, recomendamos visitar islas como Koh Tao, conocida por su forma como la isla tortuga o Koh Samui.