(Paul Monzón, desde Egipto) En las altas esferas de la política egipcia están más que convencidos que detrás de todo el asunto del derribo del Airbus ruso de Metrojet, en el cual murieron 224 personas el pasado 31 de octubre, hay gato encerrado. Los operadores de turismo, la gente de a pie, son unánimes al declarar que hay algo turbio detrás del atentado. No dan crédito a la versión oficial rusa de que la bomba fue colocada en el aeropuerto de Sharm El Sheij por yihadistas.
Sea lo que sea, la ola terrorista que asola Europa y que pareciera tenr como punto de partida, digamos, Egipto, ha afectado al país de tal manera que la súbita estampida de turistas sobre todo rusos e ingleses, (alentaos por sus respectivos gobiernos) ha provocado una lluvia de cancelaciones de reservas lo cual ha resentido el turismo receptivo.
Durante una recepción ofrecida en El Cairo el pasado 23 de noviembre a un grupo de periodistas españoles que visitan durante estos días la tierra de los faraones, el Jefe de la Agencia Egipcia para Activar el Turismo, Samy Mahmoud, se explayó en las bondades que el país brinda al potencial turista.
Pero el tema del avión y la caída brusca del turismo era el asunto a tratar. Así que fui diecto al grano. Él amablemente respondió a mis preguntas.
Sr. Mahmoud, ¿cuál es el resultado final de la investigación sobre el accidente-atentado al avión ruso?
«Como gobierno aún no podemos emitir una conclusión definitiva, porque hay un comité compuesto por cinco países que lo está estudiando.
Pero el gobierno ruso afirma que la bomba se colocó en el aeropuerto de Sharm El Sheik…
«Estamos seguros que detrás del accidente hay una mano negra. No sabemos quiénes, dónde, cómo, etc. Estamos investigando. Por tanto es prematuro decir algo sin que la comisión principal para estudiar el caso diga su opinión.
Rusia e Inglaterra han retirado a sus turistas, ¿de qué manera os ha afectado?
«Nos ha afectado negativamente porque solamente Rusia nos envía aproximadamente tres millones de turistas; Inglaterra, casi un millón, y ello equivale al 35 o 40 por ciento del total del turismo receptivo que tenemos. Estamos en conversaciones y negociaciones para tomar medidas de seguridad para que el turismo regrese «
Mamhou fue rotundo al afirmar que la prohibición no es para todo Egipto. Asimismo, aseguró que las medidas de seguridad en el aeropuerto de El Cairo son de las más altas en el mundo.
«De todos modos Egipto está dispuesto a aplicar -prosigue- cualquier medida de seguridad que internacionalmente se impone. La idea es proteger al ciudadano egipcio y al turista que viene». «De hecho, en el caso del avión, nos han visitado equipos expertos en seguridad de Gran Bretaña, Francia, Alemania y de Rusia para supervisar que estamos tomando las medidas necesarias de seguridad».
Antes de finalizar quiso dejar bien claro que la ola terrorista no sólo se le puede achacar a Egipto. Sino que se lo digan a Bélgica, Francia, Mali, etc.