Esas cosas raras que ocurren de vez en cuando, fue lo que sucedió en el pabellón de América durante la edición de Fitur 2019 que cerró sus puertas el pasado domingo 27 de enero.
A pesar del gran éxito cosechado en esta nueva edición, la Feria Internacional de Turismo de Madrid tuvo un inquilino «fantasma». Y ese país, que hoy en día atraviesa una grave crisis económica, social, humanitaria – caos total, fue Venezuela.
El primer día del evento había gente en el stand latinoamericano. Pero ese mismo día, 23 de noviembre, en Caracas se había montado la de dios. Aquello que los opositores al régimen dictatorial de Nicolás Maduro llaman el «comienzo del cambio total en el país, el fin de la dictadura»
Decía, aquel día fue el inicio de la debacle de Venezuela en Fitur. Poco a poco -mientras el gobierno ilegítimo de Maduro iba asesinando (35 víctimas hasta ahora), y deteniendo a más de 700 opositores, el personal del stand iba desapareciendo. Tanto así, que al llegar el fin de semana no había rastro de nadie. El aspecto era desolador: no había nadie, como si les hubiera tragado la tierra.
El stand de Venezuela, otrora punto de alegría, fiesta, música, etc, era un stand fantasma. Una pena.